“Une chanson, c’est une petite idée de rien du tout. Trois mots qui chantent et vont ensemble (Una canción es una idea de nada. Tres palabras que cantan y van de la mano”. Poeta, viajero secreto de la intimidad, compositor de lejanos interiores, Maxime Le Forestier cuestiona aquí, con toda modestia y fragilidad, su música de fuego (“L’Écho des étoiles”, “Minimum que Minnie m’aime”) y de niebla (“Petit nuage sur Amsterdam” la ciudad en la que se aísla a escribir y componer).
“L’Écho des étoiles”, nació bajo el signo del escape, con los sonidos de otros lugares. Parada en África (“Affaire d’État”), en la isla Mauricio y especialmente en Rodrigues (según él, “el punto más pequeño en el mapa mundial”), donde se empapó de los ritmos criollos (“J’aurais ta peau”). Búsqueda del paraíso perdido, en busca de lo absoluto, el intérprete, autor-compositor, borra lo superfluo para mantener sólo lo esencial.
Cinco años después de “Passer ma route” Le Forestier nos ofrece un nuevo grupo de canciones originales, producidos por los dos viejos amigos Jean-Félix Lalanne y Jean-Pierre Sabar. Fiél a su costumbre de vestir las melodías con apariencia muy clásica, con arreglos y sonidos de otros lugares (Cuba, Brasil, África …), firmó es un disco seductor.
Dedicado a Charly!
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Tracklist:
01. L’écho des étoiles
02. Petit nuage sur Amsterdam
03. J’aurai ta peau
04. Les chevaux rebelles
05. Minimum
06. Portrait de fille
07. Rue Darwin
08. Affaire d’Etat
09. L’oncle Tom
10. Horizontale
11. La guitare à Paul
12. L’homme au bouquet de fleurs
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