Este es el tercer álbum solista de Annie Lennox, editado en 2003, ocho años después de su antecesor y, para mi, una verdadera obra maestra. Annie Lennox demuestra su asombrosa capacidad de interpretar diferentes estilos musicales como soul, funk, electronica, pop… y mostrarse excelente en todos ellos, rodeada por una muy buena producción.
“Bare” es una colección de música hermosa y excelentes letras, arrancando con “A thousand beautiful things” que con su concepto y su estilo nos muestra de qué viene el resto del disco. Y si bien todas las canciones tienen un nivel parejo, mi favorita es “Honestly”: dos lineas simultáneas de letra y melodía, con un arreglo fenomenal. Annie sabe, categóricamente, cómo usar su maravillosa voz y este disco demuestra que es una de las mejores.
“Este disco contiene canciones que son profundamente emocionales y personales. Y en algún sentido me expongo en este trabajo mostrando aspectos de mi mundo interno”, dice en la contratapa explicando el sentido del álbum y de la cubierta desde la que nos mira a los ojos, desnuda (“bare”) de todo artificio que no sea el arte de la música mísma.
El archivo contiene el artwork completo, con letras y ficha técnica.
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