Los días 10 y 11 de noviembre pasados, Bastó con que McCartney saludara (“Hola Buenos Aires”), para que un público de 45.000 personas cada noche se entregara a la celebración. Pocas veces es posible observar una comunicación tan intensa entre un artista y su gente. En los dos shows que ofreció en Buenos Aires volvió a desempolvar sus clásicas canciones, esas que constituyen la banda de sonido de cuatro generaciones de fans.
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