Segundo disco de este dúo, registrado ocho años después del primero con un paréntesis que, como comentamos, incluyó diversas actividades de cada uno por separado.
Baraj y Barrueco prácticamente tocan juntos permanentemente. Este trabajo tiene un criterio más abierto que el primero, no es tan estricto en cuanto a los géneros y los arreglos, y justamente eso lo hace novedoso y fresco. Hay tango, folklore argentino, experimentación con música latinoamericana y, obviamente, el jazz como hilo conductor de todo el trabajo.
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