Segundo disco de tributo a Franco Battiato, y a diferencia del disco de 1996, contiene performances de nombres ya consagrados de la música italiana. Tal vez por eso podría esperarse más que lo que contiene en cuanto a la calidad de las versiones.
Hay notables interpretaciones, como el caso de “L’oceano di silenzio” de Morgan, “Prospettiva Nevski” de Bluvertigo y “L’esodo”, revisitada por Lele Battista. Por supuesto también las de Carmen Consoli, Alice y Giuni Russo. El resto, sin sonar mal, queda lejos (muy lejos) de llegarle a los talones a las versiones originales.
La virtud es para Battiato, claro, creador de tanta belleza musical. Y el disco (como el anterior) para los coleccionistas o los que, fuera de Italia, no han visto nunca este álbum en las bateas de las tiendas de música.
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