Sunday, November 24, 2024 06:54

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Astor Piazzolla – Jorge Luis Borges – Edmundo Rivero – Luis Medina Castro – El Tango (1965)

lunes, agosto 24th, 2009

Hoy se cumplen 110 años del nacimiento de Jorge Luis Borges, poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1899.  Es una de las grandes voces de la poesía contemporánea, autor de numerosos ensayos, cuentos y poemas, traducidos a más de veinticinco idiomas.
El Premio Formentor otorgado por el Congreso Internacional de Editores en 1961,   compartido con Samuel Beckett, fue el punto de partida para lograr su reputación en todo el mundo occidental. Recibió luego el título de Commendatore por el gobierno italiano, el de Comandante de la Orden de las Letras y Artes por el gobierno francés, la insignia de Caballero de la Orden del Imperio Británico,  el Premio Cervantes, el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores, y el Premio Nacional de Literatura en 1956.
Falleció en Ginebra, Suiza, en 1986.

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En 1965, Astor Piazzolla y Jorge Luis Borges se unieron para crear juntos “El tango”, un disco en el que participaron el Quinteto de Piazzolla, Edmundo Rivero y Medina Castro.

El disco incluyó varias milongas y tangos compuestos sobre poemas recientes del escritor argentino, en su mayoría publicados en su libro de poemas “Para las seis cuerdas”. Se agregaron a la lista otros tres: “El Tango”, “Oda íntima a Buenos Aires” y “Alguien le dice al tango”, este último incluido en la primera edición de “Para las seis cuerdas” pero excluido en la segunda. Casi todos los poemas elegidos remiten a la imagen tan recurrente en Borges del cuchillero (guapo que zanjaba diferencias a punta de cuchillo).  Se incluyó también una suite que Piazzolla había compuesto en 1960 inspirándose en su “Hombre de la esquina rosada” y que nunca había sido grabada.

En general las letras se ciñen al texto de los poemas publicados por Borges. En otras ocasiones, hay diferencias, todas ellas consentidas o decididas por el propio escritor, puesto que  estuvo presente durante las grabaciones y se dice que solía llamar al maestro Piazzolla en medio de la noche para comentarle cambios que se le habían ocurrido para algún verso.

La “Milonga de Jacinto Chiclana” publicada por Borges, por ejemplo, tiene tres estrofas que faltan en la versión musical del poema. Lo mismo ocurre con “Milonga de Don Nicanor Paredes”, que tiene cuatro estrofas más que la canción.

Músicos:

Astor Piazzolla – bandoneon y dirección musical
Edmundo Rivero – voz (cantando)
Luis Medina Castro – voz (poesía, recitado)
Jaime Gosis – piano
Oscar Lopez Ruiz – guitarra
Roberto Fillippo – oboe
Margarita Zamek – arpa
Antonio Yepes – timbales y xilofon
Leo Jacobson – guiro y percusion
Antonio Agri – primer violín
Hugo Baralis – segundo violin
Mario Lalli – viola
José Bragato – cello
Kicho Diaz – bajo

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Tracklist:

01. El Tango (Piazzolla/Borges)
02. Jacinto Chiclana (Piazzolla/Borges)
03. Alguien le dice al Tango (Piazzolla/Borges)
04. El titere (Piazzolla/Borges)
05. A Don Nicanor Paredes (Piazzolla/Borges)
06. Oda intima a Buenos Aires (Piazzolla/Borges)
07. El hombre de la esquina rosada.
a- Aparicion de Rosendo (Piazzolla/Borges)
b- Rosendo y La Lujanera (Piazzolla/Borges)
c- Aparicion de Real (Piazzolla/Borges)
d- Tango para Real y La Lujanera(Piazzolla/Borges)
e- Milonga nocturna (Piazzolla/Borges)
f- Bailongo (Piazzolla/Borges)
g- Muerte de Real (Piazzolla/Borges)
h- Epilogo (Piazzolla/Borges)

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V.A. – Tangos Tanos (P&C 2008)

miércoles, agosto 12th, 2009

Esta recopilación reúne a diversos artistas italianos que grabaron temas bajo la forma de “tango”, dando esa denominación a composiciones que tienen más que ver con el espíritu peninsular del estilo, pero buscando raíces en la música de Buenos Aires. Y lo de “tano”, va apelando a ese mote que en Buenos Aires se les da cariñosamente a todos los italianos. Y se les llama asi por generalización: los dialectos meridionales de los “tanos” (napolitanos, calabreses, sicilianos) fueron responsables del “cocoliche’” e inquietaron en su momento a las autoridades, preocupadas por el destino de la lengua nacional argentina. Su importancia numérica hará que todos los italianos sean adscriptos a la categoría ‘tano’.

El “cocoliche” es una jerga del español hablada por los inmigrantes italianos que vivieron en la ciudad de Buenos Aires y se volvieron “porteños”. Es una mezcla del idioma español con el italiano, y deriva de la pregunta  “Che cosa è lo che dice?”, lo que a través de la fonética fue derivando en “cocoliche”, y éste termino como identificación de esa forma de hablar. Ejemplo: la pronunciación de la J es muy difícil para los italianos, dado que esa letra no figura en su abecedario. Por tanto, para llamar a un tal Julio, un italiano llama a “Culio”. Eso, es un ejemplo de  “cocoliche”.

La inmigración italiana contribuyó a consolidar la estructura musical del tango a través de muchísimos músicos llegados a fines del siglo XIX y principios del XX, con sólidos conocimientos musicales, que se sumaron a la interpretación y a la creación tanguera. No pocos de los más famosos tangos, fueron pasados al pentagrama por músicos italianos con el agregado de algunas partes –reminiscencias de canzonetas y romanzas- que les dieron ese toque de belleza perdurable a través de los años.

Desde el comienzo de la conquista europea de América, los italianos desempeñaron un papel fundamental. En sudamérica, desde el descubrimiento, hubo italianos en la historia: Américo Vespucio, Antonio Pigafetta y tantos más. Hubo italianos importantes en el virreynato (el explorador Mascardi, el músico Zipoli, el arquitecto Bianchi).

La avalancha migratoria procedente del sur de Europa constituyó sin dudas el mayor contingente humano ingresado en el país entre mediados del siglo XIX y la primera parte del XX; en  este contexto, su aporte representó casi el ochenta por ciento del total de los inmigrantes arribados. Los italianos ocuparon el primer lugar por cantidad e impacto en la economía, en la sociedad y en la cultura argentinas. Entre 1880 y 1914 ingresaron a la Argentina 2.022.326 inmigrantes provenientes de distintas regiones de Italia, que se sumaron a los muchos que ya residían en el país.

Emilio Zuccarini. En su libro “Il lavoro degli italiani nella República Argentina dal 1516 al 1910″, asentó este sólido juicio: “Italia dio a la Argentina la población que ésta no tiene y la Argentina, en devolución, les dio (a los inmigrantes) el pan que éstos no tenían”. Tal era la gravitación de la presencia italiana en la vida argentina a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX.

Dijo el escritor Ernesto Sábato, en su discurso pronunciado al recibir en 1999 la ciudadanía italiana y la Medalla de Oro a la Cultura Italiana en la Argentina: “Yo fui el décimo hijo de una familia de once varones a quienes, junto con el sentido del deber y el amor a estas pampas que los habían cobijado, nuestros padres nos transmitieron la nostalgia de su tierra lejana”.

En 1913 comenzó lo que se puede considerar la primera etapa de la historia del tango italiano, durante la cual se verificó el proceso de recepción del género rioplatense en este país. Las fuentes -principalmente hemerográficas- nos proporcionan una viva pintura de las reacciones que despertó en las instituciones sociales italianas la llegada de un baile ultramarino denso de connotaciones transgresivas para las convenciones dictadas hasta entonces por la moral privada y pública.

La primera de dichas reacciones es la adhesión entusiasta de un sector de la sociedad al nuevo baile. En la prensa se habla de “un éxito inmediato, clamoroso, un furor, una manía, una locura, una popularidad sin confines, todo el mundo conquistado y entangado en un momento: el paroxismo” (Giuseppe Zucca, “Rassegna Contemporanea”, 1914).   En la prensa italiana se comenta la célebre defensa pronunciada por el escritor Richepin en la Academia de Francia ante las tres acusaciones que se dirigen al tango (origen popular, procedencia extranjera, carácter indecente) y se señala también, como causa que le motiva a ello, la intención de representar en un teatro de París su comedia “El tango” (cuyo argumento aparece en el último número publicado por “Il Teatro Illustrato” en 1913).

Otros artículos y anuncios de la prensa italiana vinculan al tango con un color, una moda y hasta con anuncios de zapatos… adecuados para afrontar el nuevo baile. La imaginación iconográfica se expande en los centenares de postales, “innumerables como las gotas del mar” que inundan el mercado.

El reconocimiento del origen argentino del tango es asociado a prejuicios xenófobos (se comenta su práctica durante el ritual denominado “velorio del angelito” en áreas rurales de Latinoamérica como “repugnantre visión de una humanidad abrasada y embrutecida”) y a su resistencia a abandonar “los bodegones y los bailes de baja calaña”.  Se publican minuciosas descripciones de una coreografía que todos consideran compleja y atractiva, lo cual comienza provocando la proliferación de academias de danza, la publicación de manuales ilustrados y hasta la convocatoria de un congreso de maestros de baile con el objeto de unificar pasos y figuras, para terminar produciendo lo que los rioplatenses llamaron “tango al estilo europeo”.

Milán constituye un buen ejemplo para indagar sobre el tipo de lugares en los que se practicó la nueva danza. Entre los salones de moda más nombrados en la crónica mundana se encuentra el San Martino, que recibe “un público mixto pero adinerado”, es decir, “jóvenes gagá de la aristocracia y la alta burguesía junto con mayoristas de frutas y verduras y comerciantes enriquecidos” . El tango figura a menudo en sus programas como fenómeno de atracción. Otros salones de moda eran el Trianon y el Apollo, inaugurado en 1907, también organiza constantes veladas danzantes, en las que no falta el tango.

Son tangos de los Bevilacqua, los Gobbi, los Grecco, los Maglio, los Berto, los Ponzio, los De Bassi, los Firpo, los Canaro, por nombrar sólo algunos de los nombres más ilustres de la primera época del tango.

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Mi padre fue un inmigrante que llegó y trabajó toda su vida para hacer a la Argentina más grande. Como él no había podido completar sus estudios, se esforzó siempre para que su hijo pudiese estudiar y tener una vida mejor. Siempre tuvo la nostalgia de Le Marche en su mirada. Y me enseñó a amar a esa tierra que nunca he visto. Quiero dedicar este post a su memoria.  Corrado, estos tangos son para vos.

Nota 1: Algunos testimonios y datos utilizados para el texto precedente fueron extraídos del trabajo sobre los inmigrantes italianos en Argentina de la Licenciada María González Rouco.

Nota 2: Los tracks 2, 5, 6, 9, 10, 11, 12, y 18 fueron cedidos para esta producción exclusiva de P&C por nuestro cómplice del viaje, Christian.

Nota 3: La recopilación fue realizada por mi, y el arte de cubierta fue elaborado por Paola.

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Tracklist:

01. Francesco Guccini – Tango per due
02. Camaleonti & Monica Vitti – Tango della gelosía
03. Lucio Dalla – Tango
04. Sergio Bruni – Tango italiano
05. Iva Zanicchi – Fossi un tango
06. Enrico Ruggeri – Tango delle donne facili
07. Gino Finocchiaro – Tango veneziano
08. Nicola Piovano – Devil tango
09. Luciano Beretta – Mezzo litro di tango
10. Orietta Berti – Osvaldo tango
11. Adriano Celentano – Il tangaccio
12. Piero Trombetta – Kriminal tango
13. Ennio Morricone – Il postino (versione tango)
14. Franco Bagutti – Pazzo tango
15. Fred Buscaglione – Tango delle capinere
16. Vinicio Capossella – Tango del murazzo
17. Claudio Villa – Tango del mare
18. Les Charlots – Mon ami tango
19. Barigazzi Barimar – Caminito
20. Zecchino D´oro – Tango matto

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V.A. – Tango Pero No Tanto (P&C 2008)

lunes, agosto 10th, 2009

Esta selección tiene como centro al tango, pero visto desde una perspectiva diferente. En “No somos tangueros” recopilamos intérpretes que normalmente se dedican a otros géneros musicales interpretando tangos a su estilo.  Pero en este caso la cosa es bien distinta.

Como hemos dicho, el tango hoy es una pasión que ha trascendido los límites de Buenos Aires o la Argentina, y seduce tanto al público como a intérpretes. Aquí presentamos un grupo de temas que inspirados en el ritmo tanguero derivan o abrevan en otras fuentes: ni sus autores son tangueros ni pueden llamarse estilísticamente “tangos”, pero sí contienen en su composición un aire, un sentimiento que –más allá de los arreglos- poseen aquel sentimiento nostálgico.

Mención especial merecen, por ejemplo, Brian Ferry que no sólo compuso “Bete noire” con ese estilo, sino que está acompañado por el Sexteto Mayor, una agrupación argentina de maestros del tango, o la argentina Celeste Carballo que, proveniendo del rock más puro, se encuentra hoy componiendo tangos y piensa dedicarle su próximo disco a este género. O el grupo Calle 13 que desde el reggaetton se aproxima al tango a través de la producción y acompañamiento del argentino ganador del Oscar Gustavo Santaolalla (líder de la agrupación de tango electrónico Bajofondo Tango Club).

Hay fraceses, brasileños, una rusa (Slawa Przybylska), el gran Frank Zappa, Paco de Lucía trayendo al tango en dirección flamenca, Sarah Vaughan remixada en tempo de música electrónica, los geniales Boris Vian y Serge Reggiani, o el chillout de Touch and Go.  En fin… el tracklist habla por sí solo. Disfruten la experiencia.

Nota: El track 9 fue cedido para esta producción exclusiva de P&C por nuestro cómplice del viaje, Christian.

Nota 2: La recopilación fue realizada por mi (Charly), y el arte de cubierta de perfecta estética fue elaborado (talentosa!) por Paola.

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Tracklist:

01. Brian Ferry – Bete noir
02. Frank Zappa – The sheik Yerbouti tango
03. Boris Vian – Tango interminable des perceurs
04. Slawa Przybylska – Tango notturno
05. Vicky Leandros – Tango d´amour
06. Celeste Carballo – Un tango desnuda
07. Charles Trenet – L´horrible tango
08. Os infiltrados – The eparted tango
09. Esperanto – Last tango
10. Ewan Mc.Gregor/Jose Feliciano/Jacek Koman – Roxanne tango
11. Peter Mc.Connel – Tango
12. Andre Verchuren – Le tango nous invite
13. Gidon Kremer & Milva – Che tango che
14. Serge Reggiani – Le tango de la mélancolie
15. Paco de Lucía – Tango de la cañada
16. Sarah Vaughan – Whathever Lola wants (tango)
17. Touch and Go – Tango in Harlem
18. Calle 13 – Tango del pecado

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Julio Sosa – Cronología P&C (1948-1964)

martes, agosto 4th, 2009

Julio María Sosa Venturini, nació en la localidad de Las Piedras, departamento de Canelones, Uruguay, el 2 de febrero de 1926.  Apenas terminados los estudios primarios, la pobreza lo llevó a trabajar como vendedor ambulante, podador municipal de árboles, lavador de vagones, repartidor de farmacia, entre otros.

Se inició profesionalmente en la ciudad de La Paz (Uruguay) como vocalista de la orquesta de Carlos Gilardoni. Se trasladó luego a Montevideo, para cantar con la de Luis Caruso. Con esta última, llegó al disco, donde dejó cinco interpretaciones para el sello Sondor en 1948.

En 1949 lo descubrió el letrista Raúl Hormaza, que no demoró en acercarlo a Enrique Mario Francini y Armando Pontier, que andaban con ganas de sumar un nuevo cantor al que ya tenían en Orquesta.

En abril de 1953, pasó a la típica de Francisco Rotundo y en junio de 1955 ingresó en la de Armando Pontier. A comienzos de 1960, se desvinculó de Pontier decidido a iniciar su etapa de solista. Convocó, entonces, al bandoneonista Leopoldo Federico para que organizara su orquesta acompañante. Con ella comenzó a grabar para el mismo sello en que lo hacía con Pontier, Columbia, en 1961, cuando ya estaba firmemente emplazado en el gusto popular.

Al margen del tango y la poesía, Sosa tuvo otra pasión los automóviles. Fue propietario de un Isetta, un De Carlo 700 y un DKW modelo Fissore; con los tres terminó por chocar, debido a su gusto desmedido por la velocidad. El tercero resultó fatal. Durante la madrugada del 25 de noviembre de 1964, se llevó por delante una baliza luminosa en la esquina de la avenida Figueroa Alcorta y Mariscal Castilla (Buenos Aires).

Fue internado, pero dejó de existir el día 26 a las 9:30. Sus restos comenzaron a ser velados en el Salón La Argentina y el exceso de público obligó a continuar el velatorio en el Luna Park (legendario estadio de box con capacidad para 20.000 personas).

Esta recopilación exclusiva de P&C contiene grabaciones de todas y cada una de las orquestas con las que grabó Julio Sosa, ordenadas cronológicamente según el año de registro. Incluso, algunas casi imposibles de encontrar, como los dos primeros tracks.

El arte de las cubiertas (para este disco que, como tal, no existe), fue realizado por Paola, con su habitual genialidad.

Nota: Algunos datos biográficos fueron extraídos del sitio www.todotango.com.

Tracklist:

01. Una y mil noches (Cufaro – Bahr)
1948 – Orquesta de Luis Caruso

02. Mascarita (Matos Rodriguez – C.Flores)
1949 – Orquesta de Luis Caruso

03. El hijo triste (Francini – Sanguinetti)
1949 – Orquesta Francini/Pontier

04. Tan sólo por verte (Cabarcos – Lorenzo)
1950 – Orquesta Francini/Pontier

05. Pa’ que sepan como soy (González – Aroldi)
1951 – Orquesta Francini/Pontier

06. Certificado (Pontier – Robles)
1952 – Orquesta Francini/Pontier

07. Viejo smoking (Barbieri – C.Flores)
1953 – Orquesta Francini/Pontier

08. Secreto (Discépolo)
1953 – Orquesta de F. Rotundo

09. Pa’ mi es igual (Demare – Cadícamo)
1954 – Orquesta de F. Rotundo

10. Yo soy aquel muchacho (Mora – Orsi)
1955 – Orquesta de F. Rotundo

11. Silbando (Piana – González Castillo)
1956 – Orquesta de Armando Pontier

12. Uno (Mores – Discépolo)
1957 – Orquesta de Armando Pontier

13. Cambalache (Discépolo)
1958 – Orquesta de Armando Pontier

14. Al mundo le falta un tornillo (Aguilar – Cadícamo)
1959 – Orquesta de Armando Pontier

15. Al compás del corazón (D.Federico – H.Expósito)
1960 – Orquesta de armando Pontier

16. Recordándote (Barbieri – De Grandis)
1961 – Orquesta de Leopoldo Federico

17. Tarde (José Canet)
1962 – Orquesta de Leopoldo Federico

18. Milonga triste (Piana – Manzi)
1962 – Orquesta de Hector Arbelo

19. Nada (Dames – Sanguinetti)
1963 – Orquesta de Leopoldo Federico

20. Que falta que me haces (Pontier – Silva)
1964 – Orquesta de Leopoldo Federico

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Edmundo Rivero – Tangos y Milongas (P&C 2009)

lunes, agosto 3rd, 2009


Cultor de un repertorio que trascendió el tango —como a Gardel, su incursión en un vasto cancionero criollo le valió el título de Cantor Nacional— Edmundo Rivero nació en Valentín Alsina el 8 de junio de 1911.  Estudió canto y guitarra clásica en el Conservatorio Nacional e indagó las raíces de la cultura popular en un arco que podía ir de la mística de las payadas y las serenatas a los estilos camperos.

Fue un guitarrista consumado. Debutó como cantor en la orquesta de José De Caro y luego en la de Julio De Caro y dio el gran salto cuando ingresó a la de Salgán.  Pasó a la orquesta de Troilo, en reemplazo de Alberto Marino y comenzaba a forjarse como ídolo. Grabó unas veinte piezas y convirtió algunas obras en clásicos instantáneos.

Paralelamente, Rivero fue profundizando su pasión por el lunfardo. Edmundo Rivero tuvo una seriedad artística insondable: era un buen guitarrista, un cantor extraordinario y un estudioso profundo de la cultura popular. Murió el 18 de enero de 1986.

Es el cantor de tangos favorito de Charly, quien realizó esta compilación exclusiva, con arte de cubierta de Paola.

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Tangos:

01. Cafetin de Buenos Aires (Discépolo – Mores)
02. Nostalgias (Cadícamo – Cobián)
03. Los mareados (Cadí9camo – Weisbach – Cobián)
04. Sur (Manzi – Troilo)
05. Cambalache (Discépolo)
06. Ninguna (Manzi – Fernández)
07. Sin palabras (Discépolo – Mores)
08. Mano a mano (Gardel – Razzano – Flores)
09. Corrientes y Esmeralda (C.Flores – Pracánico)
10. Confesion (Discépolo – Amadori)
11. La ultima curda (Cátulo Castillo – Troilo)
12. Barrio de tango (Manzi – Troilo)

Milongas:

01. La señora del chalet (Rivero – Pagano)
02. Milonga del consorcio (Rivero – Serrano – Godino)
03. El desalojo (F.Amor – Acuña)
04. Por culpa del escolazo (Cecere – Grela)
05. Tortazos (Razzano – Maroni)
06. El chamuyo (Rivero – Yacaré)
07. Pucherito de gallina (Pedro Medina)
08. El conventillo (De la Torre – Baffa)
09. Milonga lunfarda (Rivero – Cecere)
10. La canchera (Solaberrieta – Acuña)
11. Las diez de ultima (Rivero – Pagano)
12. Packard (De la Pua – De la Cruz)

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Edmundo Rivero – Canta a Discepolo (1968)

lunes, agosto 3rd, 2009

Enrique Santos Discépolo nació en el barrio porteño del Once, el 27 de marzo de 1901, y murió el 23 de diciembre de 1951.   La singularidad de Discépolo sigue inquietando, tanto dentro como fuera del universo del tango. Mientras la mayoría de sus coetáneos hoy suena extraña para las nuevas generaciones, el hombre que escribió y compuso “Cambalache”  está vigente.

En una época en la que la autoría y la composición estaban claramente diferenciadas en el marco de las industrias culturales, Discépolo escribía letra y música, aunque esta última era imaginada con apenas dos dedos sobre el piano, para luego ser llevada al pentagrama por algún músico amigo (generalmente Lalo Scalise). Esta capacidad doble le permitió a Discépolo trabajar cada tango como una unidad perfecta de letra y música. Con un agudísimo sentido del ritmo y de la progresión dramática, con un gusto melódico impecable, Discépolo se las ingenió para hacer de sus breves y muchas veces violentas historias una auténtica comedia humana rioplatense.  La proliferación de ideas en cada letra hallaba en el humor socarrón y en el lirismo de la música un cierto equilibro, una compensación sensorial, un modo de “decir cosas” en y a través del tango. Ningún otro autor llegaría tan lejos.

Desde luego, el hecho de que Carlos Gardel grabara casi todos sus primeros tangos ayudó en gran medida a la difusión y legitimación de Discépolo como autor y compositor de un género lleno de autores y compositores. En ese sentido, la versión gardeliana del 10 de octubre de 1930 de “Yira yira” figura entre los grandes momentos de la música argentina.

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Edmundo Rivero nació el 08 de junio de 1911 en el barrio bonaerense de Valentín Alsina. De muy joven comenzó el estudio de canto en el conservatorio nacional y más tarde el de guitarra.

La primera presentación la realizó a dúo con su hermana Eva en Radio Cultura. En esta misma emisora fue contratado para formar parte del conjunto que acompañaba a las ocasionales figuras que hacían su presentación en ella. Asimismo, mostró sus dotes de guitarrista tocando en presentaciones teatrales un repertorio de música clásica española.  Su debut como cantor sucedió en forma imprevista, ya que tuvo que reemplazar al artista que debía actuar en Radio Splendid y al cual Rivero acompañaba.

La primera orquesta que contrató a “El Feo” fue la de José De Caro, lo cual le posibilitó acercarse a Julio De Caro, quien le propuso ser su cantor.  Edmundo Rivero fue un cantor distinto, genial, adornado por una personalidad afable y señorial que lo hizo querido por todo el ambiente artístico y, lo que es más importante, por un público que lo recuerda y lo admira en cada uno de sus registros. Además Rivero fue compositor y autor de varios temas, y algunos tangos al modo reo y lunfardo. Rivero representa un caso singular en la extensa galería de cantores de tango. El registro de bajo, que contenía su voz, era una verdadera rareza en el género y, a la vez, algo poco apreciado por la pléyade tanguera, acostumbrada a los barítonos y tenorinos.

En el año 1950 comienza su etapa como solista, siendo acompañado por un conjunto de guitarras que estaba integrado por Armando Pagés, Rosendo Pesoa, Adolfo Carné, Achával y Milton, en otras ocasiones fue acompañado por la orquesta de Victor Buchino.

Fue compositor y autor de varios temas, y algunos tangos al modo reo y lunfardo. En el año 1969, se da el gusto de inaugurar su propia casa de tango: “El Viejo Almacén”. Por ella desfilaron innumerables figuras nacionales e internacionales y ocurrieron interesantes episodios como escuchar a Rivero acompañado por la orquesta de Osvaldo Pugliese, o una noche cualquiera ver entre los concurrentes a Joan Manuel Serrat, gran admirador del cantor.

El 18 de enero de 1986, luego de permanecer internado desde diciembre, por un problema cardíaco fallece en Buenos Aires a los 74 años de edad.

(Nota: textos extraídos y resumidos de todotango.com)

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Tracklist:

01. Cafetín de Buenos Aires. 1948 (Discépolo – Mores)
02. Confesión. 1931 (Discépolo – Amadori)
03. Uno. 1943 (Discépolo – Mores)
04. Chorra. 1928 (Discépolo)
05. Cambalache. 1934 (Discépolo)
06. Sin palabras. 1946 (Discépolo – Mores/F.Canaro)
07. Infamia. 1941 (Discépolo)
08. Malevaje. 1929 (Discépolo – Juan Filiberto)
09. Carrillón de la Merced. 1931 (Discépolo)
10. Secreto. 1932 (Discépolo)
11. Martirio. 1940 (Discépolo)
12. Fangal. 1950 (Discépolo – Virgilio Expósito)

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V.A. – Caminito P.&C. (2008)

martes, julio 28th, 2009

Otro re-posteo desde el viejo blog, dedicado especialmente a Charly, que por razones de fuerza mayor ha tenido que estar alejado de nosotros en estos días. Te esperamos ansiosamente querido “tano”.

Naturalmente la compilación y la gráficas son exclusivas de P.&C.

“Caminito” es considerado el tercer tango más famoso en todo el mundo, luego de “La cumparsita” y “El choclo”, pero presenta curiosas paradojas:

a) Es un tango de belleza simple y sencilla. Basta recordar que es uno de los tangos de menor cantidad de notas y compases.
b) Forma parte de un subgénero que Filiberto denominó “canción porteña”, muy lejos de su clásica obra “Quejas del bandoneón” de neto corte ciudadano.
c) Fundamentalmente, y creemos que esto ya no admite discusión, músico y poeta se inspiraron en fuentes diametralmente distintas y con veinte años de diferencia, a punto tal que existe un solo tango “Caminito” pero dos caminitos inaugurados oficialmente. ¿Es esto posible? ¿Cómo se produce esta rara complementación, que de ninguna forma debe considerarse conflictiva?

El significado de la palabra arte puede servirnos de ayuda cuando se define como “la expresión subjetiva de una vivencia”. Ambos artistas, inspirados en vivencias totalmente distintas supieron acoplarlas como si dos pintores unieran sus lienzos dando lugar a un cuadro de categoría superior.

Los Autores:

Juan de Dios Filiberto Nació en el barrio de La Boca y era hijo de Juan Filiberti (a) “Mascarilla” y de Josefa Rubaglio. Como dato curioso, pero cuya gravitación se advierte en pasajes de su su vida artística, acotamos que era bisnieto del Brigadier Martín Rodríguez y una india ranquel, mientras que su padre era hijo de genoveses. El nombre de su hijo, Nahuel, significa “tigre” en el idioma araucano o mapuche.

Esta mezcla de sangre italiana y autóctona ejerció gran influencia en su producción musical. Filiberto dividió su corazón entre la ciudad y el campo. Para él, la palabra tango era sinónimo de barrio pero su primer obra musical fue el tango “Guaymallén”, escrito en la ciudad homónima de la Provincia de Mendoza y que poco después estrenara Eduardo Arolas. Al respecto decía Filiberto: «El indio, nieto de gringos inmigrantes, nada tiene que ver con el tango, pero yo quería que mi primera obra llevase un nombre autóctono». Esta afirmación hecha por el autor revela su nativismo que se reveló en parte de su producción: “El pañuelito”, “El ramito” o el mismo “Caminito”.

Siempre el clima de su obra transitó por la línea divisoria entre ciudad y campo, excepción hecha y de forma notoria en “Quejas de bandoneón”, donde el músico rinde homenaje al instrumento musical que dio ritmo definitivo al tango como también en “Malevaje”. En éste último caso se produce un nuevo acople con ópticas distintas. Fue con Enrique Santos Discépolo. Al respecto decía Tania: «Juan de Dios fue un músico dedicado al tango; Enrique Santos, un poeta tanguero. Uno dibujó paisajes, el otro, almas dolientes. Ambos recibieron el influjo del malevaje de la incipiente megalópolis».

Fue un auténtico luchador por los derechos de los autores siendo factor fundamental en la sanción de la ley 11.723 promulgada en 1933 que protege los derechos de autor. También fue socio fundador de SADAIC en el año 1936.

Sus comienzos fueron duros. Trabajó en los más variados oficios y su aprendizaje musical no fue fácil. Él mismo decía: «Hay que ver, cuando ingresé al Conservatorio, yo tenía más de veinticinco años sobre mis espaldas, y mis espaldas estaban curtidas por mis tareas de estibador, herrero, mecánico ajustador y calderero batimasa. Mis dedos estaban duros y torpes para el teclado y para el cordaje». Pero sus dedos se ablandaron y ello nos permite disfrutar de su hermosa producción artística.

Gabino Coria Peñaloza era hijo de Eusebio Coria y María Natividad del Señor Peñaloza, oriunda de Tama (descendiente del caudillo riojano Angel Vicente Peñaloza (a) El Chacho). El matrimonio residía en La Paz, provincia de Mendoza, y allí nació un 19 de febrero de 1881.

Se casó en Chilecito (La Rioja) con doña Catalina Oyarzún Avendano de nacionalidad chilena, y del matrimonio nacieron dos hijos: Ricardo Facundo y Federico Gabino. El nombre del primero honra al escritor Ricardo Rojas y al caudillo riojano Facundo Quiroga. El nombre del segundo hijo, fallecido muy joven, fue impuesto en homenaje al escritor Federico García Lorca.

Todo resulta importante para conocer su vocación literaria expuesta no sólo en letra de tangos sino en sus tres libros: “Profeta indio”, “Cantares” y “La Canción de mis Canciones”.

Decía Coria Peñaloza: «A mí me gustaron los versos desde siempre. Tenía ideas locas en la cabeza. A los quince años me fui del hogar paterno de San Luis hacia Buenos Aires. Mi madre me giraba dinero y eso me permitió mantenerme el primer tiempo».

Del amor dijo: «Hay que tomarlo en serio y no como se hace vulgarmente, porque la mujer ha nacido para ser compañera del hombre. El hombre debe formar su hogar y echar raíces para que el árbol comience a crecer y luego a florecer en realizaciones. La paz es necesaria para la creación espiritual. Un hombre en guerra no puede hacer nada trascendente». ¡Toda una definición!

Don Gabino Coria Peñaloza enlutó con su muerte a Chilecito y al tango un 31 de octubre de 1975 cuando contaba con 95 años de edad.

Distintas Vivencias

Fue el mítico barrio de La Boca el escenario donde transcurrió la vida de Juan de Dios Filiberto. Nadie puede considerar que ha conocido Buenos Aires si no ha caminado sus calles apreciando La Vuelta de Rocha, la Plazoleta de los Suspiros, las barcazas amarradas que incluyen el tradicional Vapor de la Carrera que unía diariamente Buenos Aires y Montevideo y la casa del maestro de la pintura, Benito Quinquela Martín a lo que hoy se agrega el pasaje “Caminito”, cita obligada de turistas y amantes del tango.

Esas fueron las calles de Filiberto, quien caminaba diariamente por el empedrado de su calle Magallanes para encontrarse con sus amigos de la Vuelta de Rocha. Observaba la diminuta calle que cruzaba la manzana y acercaba los encuentros. Era un caminito que él recorría todos los días para llegar a su trabajo como mecánico en la compañía Mihanovich, mientras una joven dama los saludaba desde las ventanas de una casa vecina.

En este caminito y en este saludo femenino se inspiró Filiberto para componer los primeros compases de su obra, pero faltaba la letra que vendría desde muy lejos, aunque ya estuviese escrita veinte años atrás.

La localidad de Olta, en la provincia de La Rioja se encuentra bordeada por un río muy caudaloso que, en épocas de creciente la dejaban totalmente aislada de las provincias de Mendoza y San Juan.

En un viaje a Chilecito, Don Gabino, muy joven con sólo 21 años a cuestas, fue sorprendido por esta creciente cuando iniciaba el regreso hacia Mendoza vía San Juan.

Joven poeta quiso amenizar su estadía en Olta visitando amigos y así llegó a la casa de la señorita Filacelma Córdoba, en cuya sala se realizaban exquisitas veladas y quien poseía el único piano de la localidad que había sido traído desde Chilecito a lomo de mula.

Al pedirle Gabino que ejecutase alguna canción, la dueña de casa se excusó diciendo que desde que murió su hermana había jurado no tocar nunca más el piano, pero para solucionar el problema la familia llamó a una joven y agraciada maestra de nombre María que vivía en la zona, y era profesora de música de la Escuela de Preceptores. María pertenecía también a una familia tradicional. Su apellido fue celosamente guardado por Coria Peñaloza y los íntimos de la joven.

María y el caminito que llevaba a su domicilio, en forma de pendiente y cubierto de trébol y juncos en flor, fueron la fuente inspiradora de Coria Peñaloza. Ambos vivieron un apasionado romance durante la estancia del poeta en Olta que motivó tan hermosos y sencillos versos escritos más de un año después.

Pero la creciente cedió y el joven Coria Peñaloza emprendió el regreso a San Juan con promesas de pronto regreso y recordando aquellas tardes en que juntos y tomados de la mano recorrían el sendero. Regresó después de más de un año de ausencia y María ya no estaba. Su familia la había enviado a otra provincia ante el llanto desconsolado por la ausencia de su amado. Fue cuando el poeta cantó en el año 1903 y desde el fondo de su corazón:

Desde que se fue
nunca más volvió,
seguiré sus pasos,
Caminito, adiós…

Nace el tango “Caminito”

En uno de los numerosos viajes que realizaba Coria Peñaloza a Buenos Aires conoce a través de Benito Quinquela Martín a Juan de Dios Filiberto con quien traba una gran amistad. Cuando Quinquela Martín conoció a Coria Peñaloza lo consideró un “poeta loco”, estimando que era el complemento ideal para el temperamento del músico. El genial dúo de artistas se tradujo en una sociedad que comenzó con “El pañuelito” y finalizó con “Caminito”.

Este hermoso tango nació en el año 1923 sin letra. La música y la letra fueron completadas para ser presentado en el Concurso de Canciones Nativas del Corso Oficial de Buenos Aires en el carnaval del año 1926.

Ello se produjo en una reunión programada en una confitería de la calle Florida al 300, oportunidad en que Filiberto le dijo a Coria Peñaloza que tenía un tango inspirado en sus caminatas por un sendero de la Boca mientras se dirigía a la Vuelta de Rocha y luego de tararear varios compases le pidió a su amigo que compusiera los versos. Gabino le contestó que tenía unos versos inspirados en un amor juvenil en Olta y se los recita.

Filiberto consideró que era necesaria una modificación pero el poeta no lo consintió, entonces el músico realizó una adaptación a la música y esa tarde de 1926, en la calle Florida al 300 nació “Caminito”.

Fue estrenado en el Concurso de Canciones Nativas del Corso Oficial de Buenos Aires en el carnaval de 1926, oportunidad en que Filiberto se presentó con una orquesta compuesta por un armonio, diez violines y un conjunto de cuatro voces. Según el diario La Nación, «la canción despertó la atención del numeroso público apiñado en ese amplio espacio y recibió como mejor premio un aplauso cerrado».

Filiberto negó con dolor dichos aplausos. Es más, habló de silbidos reprobatorios, los cuales podrían haberse justificado teniendo en cuenta que se trataba de una “canción tango”, género que no prosperó, cuya belleza melancólica no se adaptaba a un corso y recurría a un buen antecedente como consuelo: «Lo mismo le pasó a Bizet cuando estrenó Carmen».

Pero al poco tiempo se estrenó en el Teatro Cómico una pieza de Alberto Novión, “Facha Tosta”. En esa oportunidad Ignacio Corsini cantó “Caminito” y este hermoso tango no solo conoció el éxito sino que comenzó a rodar por el mundo. Sin duda constituye la más célebre composición del músico con Coria Peñaloza, pese a que personalmente, tal vez por el influjo materno, él prefería “El pañuelito”.

Se inauguran los caminitos

El 18 de octubre de 1959 con la presencia del Intendente porteño Hernán Giralt, y otras altas autoridades quedaba inaugurada oficialmente la calle Caminito, entre el estruendo de las bombas y el ulular de las sirenas de los barcos. Actuaron en esa oportunidad Tita Merello, Marta y Waldo de los Ríos y la orquesta sinfónica municipal, entre otros.

La algarabía de la familia boquense fue total y el músico ovacionado. Desde ese día el Caminito boquense pasó a ser lugar de cita de argentinos y extranjeros incluyéndose en las guías turísticas de la mayoría de los países del mundo.

Nadie imaginaba que cinco años después se viviría otra ceremonia trascendente pero de signo opuesto. Fue el 12 de noviembre de 1964, habida cuenta que el músico murió en la víspera, cuando las imágenes televisivas daban la vuelta al mundo mostrando el féretro de Filiberto portado en hombros de los bomberos voluntarios de la Boca que recorrían el Caminito acompañado por un «fuelle ,que a manera de responso gemía los compases de “Caminito”». Quien esto escribe reconoce una duda: cuando presenció las imágenes televisivas en blanco y negro cree haber escuchado “Caminito” pero algún autor afirma que el tango ejecutado era “El pañuelito”.

El 19 de febrero de 1971 en la localidad de Chilecito (provincia de La Rioja) Gabino Coria Peñaloza vivía el momento de mayor emoción de su vida, día en que precisamente cumplía sus 91 años. Fue la oportunidad en que una multitud de hombres y mujeres de la localidad y provincias vecinas asistían a la inauguración de la calle Caminito.

Se hallaban presentes el gobernador la provincia y altas autoridades provinciales y municipales. Córdoba estuvo representada por el Subsecretario de Cultura, el historiador Efraín U. Bischoff. Buenos Aires lo estuvo, no sólo a través del periodismo, sino por el propio Cátulo Castillo en representación de SADAIC.

Numerosos artistas se sumaron al homenaje: Los Changos de Chilecito, Panchito Ormeño, el dúo Romero-Moreno, el Cuarteto Vocal Norte, Luis Guzmán, el coro Schola Cantorum Juventus y la presencia exquisita de Florindo Sassone quien, ya casi de madrugada, ejecutó “Caminito”, cantado por coro que a veces era silenciado por la explosión popular. Fue el momento en que el poeta con voz quebrada y mandíbulas que temblaban por la emoción, exclamó: “¿Mereceré yo esto?”.

(Fuente: www.todotango.com)

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Tracklist:

01. Carlos Gardel – Caminito
02. Rocio Durcal – Caminito
03. Placido Domingo – Caminito
04. Richard Clayderman – Caminito
05. Alfredo De Angelis – Caminito
06. Eduardo Falu – Caminito
07. Julio Iglesias – Caminito
08. Nana Mouskouri – Caminito
09. Rodolfo Mederos – Caminito
10. Los Cinco Latinos – Caminito
11. Hector Varela & Carlos Noges – Caminito
12. Jerry Rivera – Caminito
13. Marcelo Alvarez – Caminito
14. Armando Manzanero – Caminito
15. Eddie Gormé & Los Panchos – Caminito
16. Miguel Calo – Caminito
17. Hugo Del Carril – Caminito
18. Los Visconti – Caminito
19. Osvaldo Pugliese – Caminito
20. Adrián Iaies Trío – Caminito (Tango Jazz)

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Aquí

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Al Di Meola – Plays Piazzolla (1996)

jueves, julio 23rd, 2009

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La música latina ha sido, como se ha dicho, una fuerte influencia en Al Di Meola, y en la década de 1990 le prestó especial atención a la música de Argentina. Este album rinde homenaje al maestro Astor Piazzolla. Hubiera sido fácil para Di Meola dejar en segundo plano su personalidad musical para escudarse en las geniales composiciones de Astor, pero eligió dejar volar su capacidad de improvisación y esperar los resultados.  Su respeto por Piazzolla se torna evidente y claro en este puñado de clásicos. No hay dudas del hecho de que es un muy buen disco de Piazzolla, y un disco mucho mejor de Di Meola, rodeado por músicos argentinos de gran talento. Todos los temas son de autoría de Piazzolla, excepto el track 10, compuesto por Al Di Meola.

Musicos:

Al Di Meola – Guitarras, percusión, arreglos y voces.
Chris Carrington – Guitarras.
Hernan Romero – Piano, teclado, charango, voz.
Arto Tuncboyaciyan – Percusión, voz.
Gumbi Ortiz – Percusión, conga.
Dino Saluzzi – Bandoneón.
Vince Mendoza – Arreglo de cuerdas..

Tracklist:

01. Oblivión
02. Café 1930
03. Tango Suite, Pt. 1
04. Tango Suite, Pt. 3
05. Verano Reflections
06. Night Club 1960
07. Tango II
08. Bordel 1900
09. Milonga del Angel
10. Last Tango for Astor

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MU Aquí

RS Aquí

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V.A. – No Somos Tangueros Vol.2 (2008 P&C)

martes, julio 14th, 2009

No Somos Tangueros vol2 FRONT

No somos tangueros vol2 RETRO

No Somos Tangueros vol2 CD

Tracklist:

01. Les Violons du Roy – La muerte del ángel (Piazzolla)
Empezamos con una Orquesta de Cámara de Quebec, dirigida por Bernard Labadie, aquí con la performance de: Jean Marie Zeitouni y Pascale Ciguère (violón) y Benoit Loiselle (violoncello)

02. Caetano Veloso –  Nada (Dames – Sanguinetti)
Extraído de su album “Omaggio a Federico e Giulietta”, grabado en vivo en  el Teatro Nuovo de San Marino.

03. Mina – Nostalgias (Cobián – Cadícamo)
Uno de los tangos grabados por Mina, en una performance increíble.

04. Luis Alberto Spinetta – Gricel (Mores – Contursi)
Spinetta grabó por única vez un tango como parte de un disco a dúo con Fito Páez (“La La La”), y la única interpretación en vivo fue en el Teatro Colón de Buenos Aires, unos años después. Esta es la versión original.

05. Joxan Goikoetxea – Violentango (Piazzolla)
Músico vasco, acordeonista. Fundador de “HAT” (Hernaniko Akordeoi Taldea) (1987-1991), con el que trabajó la música de cámara desde un repertorio clásico y grabó un homenaje a Astor Piazzolla. De ahí extraje esta versión.

06. León Gieco – Cambalache (Discépolo)
León nunca grabó un tango en sus discos oficiales. Esta versión está extraída del audio de un programa de televisión argentina de la década de 1990.

07. Ettore Stratta – Fuimos (Dames – Manzi)
Este director de orquesta norteamericano lanzó en 1991 un disco titulado “Symphonic Tango”, con la participación de algunos músicos argentinos.

08. Plácido Domingo – José Carreras – Luciano Pavarotti – Caminito (Coria Peñaloza – Juan de Dios Filiberto)
Grabación en vivo realizada el 10 de julio de 1998, dos días antes de la final del Mundial de Fútbol de Francia de ese año, con arreglos del argentino Lalo Schiffrin y el director James Levine al frente de la Orquesta Sinfónica de París, en el Campo de Marte.

09. Glover Gill – Canaro en París (Scarpino)
El pianista Glover Gill estuvo en Argentina en el año 2000, y fundó su “Tosca Tango Orchestra”, para la quinta edición del Festival Nacional del Tango, que se realiza en Argentina cada año. Siguió visitando el país y realizando actuaciones con célebres músicos del tango, como el maestro Horacio Salgán.

10. Joan Manuel Serrat – Amablemente (Edmundo Rivero – H.Diez)
Grabación en vivo del catalán, haciendo una versión muy fiel de la milonga que muchos conocen como “34 puñaladas”, y que en verdad se titula –irónica- “Amablemente”. Nunca fue editado.

11. Joaquín Sabina – Mano a mano (Gardel – Razzano – Flores)
Otro español que se le anima al tango, y con éxito. También inédita, esta versión de un tango muy versionado por artistas de habla hispana.

12. Dyango – El último café (H. Stamponi – C. Castillo)
Desde su disco dedicado al tango, extraemos esta muy buena versión del clásico de Stamponi y Cátulo Castillo.

13. Juan Carlos Baglietto – Tarde (José Canet)
De origen en el rock , Baglietto se ha inclinado desde hace casi una década a la canción. Y junto a Lito Vitale han grabado varios discos dedicados a géneros criollos, con varios tangos. Esta interpretación, no tiene desperdicio.

14. Mercedes Sosa – Como dos extraños (Laurenz – J.M.Contursi)
Desde su album de 1994 la “negra” desmuestra porqué es la mayor voz de la Argentina, también cuando canta tangos.

15. Laurindo Almeida – La cumparsita (Matos Rodriguez – P.Contursi – Maroni)
Almeida es un guitarrista brasileño de jazz y música clásica, que tampoco se pudo resistir al tango argentino.  Grabó un álbum enteramente dedicado al género junto a Charlie Byrd en 1985. De ahí este corte.

16. Los Panchos con María Martha Serra Lima – Volvió una noche (Gardel – Le pera)
Digna –aunque no virtuosa- versión del clásico de Gardel/Le Pera de parte de los Panchos y la voz de la cantante melódica argentina.

17. Luis Bacalov Quartet – Decaríssimo (Piazzolla)
Compositor y pianista argentino, que ha desarrollado una exitosa carrera haciendo música para cine (ganador de un Oscar por la banda sonora de “Il Postino”). Está radicado en Roma desde hace más de cuatro décadas. En 2002 grabó un disco de tangos del que extraemos esta excelente versión de Piazzolla.

18. Los Pericos – Por una cabeza (Gardel – Le Pera)
Grupo de rock argentino, mayormente dedicado a la música reggae. De ahí el arreglo –curioso- para este tango.

19. Andrés Calamaro con Virgilio Expósito – Naranjo en flor (Homero y Virgilio Expósito)
Otro rocker argentino, integrante de varias bandas exitosísimas, con una carrera de varios años en España y uno de los cinco más populares artistas en Argentina. Si bien editó un disco de tangos, este corte pertenece a su álbum “Honestidad brutal”, y tiene la particularidad de estar interpretado junto a uno de los autores de “Naranjo en flor”.

20. Tito Puente – Eddie Palmieri – Herman Olivera – La última copa (Juan Caruso – F.Canaro)
Cerramos con una versión de arreglos de salsa a cargo de Puente-Palmieri, con la voz de Olivera.

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MU Aquí

RS Aquí

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